¡Hola a todos los amantes de las furgonetas!
Seguro que muchos de ustedes han tenido el mismo problema que yo: el ruido molesto en nuestras furgonetas. Yo tengo una furgoneta jumpy con chapa en la parte trasera, y cuando quité los asientos y la dejé vacía, ¡el ruido se volvió insoportable! Y no tenía ninguna insonorización de fábrica, lo que hacía que las vibraciones metálicas de las chapas fueran aún peores.
Así que decidí hacer algo al respecto y ponerle fin a este ruido. Necesitaba algo de aislamiento acústico y un poco de aislamiento térmico (80% y 20%, para ser precisos).
Quería lograr la misma insonorización de calidad que hacen los profesionales, así que me lancé a la aventura. Desmonté el interior de la furgoneta, los techos, paneles, suelo e incluso las puerta menos el salpicadero.
Es cierto que las insonorizaciones profesionales pueden ser caras, alrededor de 3.000 euros. Pero aquí está el truco: ¡lo hice todo por solo 300 euros!
Investigué un poco y compré los materiales en una tienda especial en Getafe llamada JCaudiogetafe. https://www.jcaudio.es/
El material clave es una lámina de butilo de 2 mm, con adhesivo en un lado y una fina capa de aluminio en el otro. Esta maravilla hace que la vibración de la chapa se quede atrapada en el butilo, se reduzca y se disipe por el aluminio. Y para asegurarme de que no quedara ningún ruido molesto, agregué otra capa de filtro.
Algunas empresas también ponen una tercera capa de caucho en el suelo, pero en mi caso no fue necesario porque la furgoneta ya tenía aislante en el suelo.
Ahora, el proceso de montaje:
Limpiar la chapa con disolvente.
Pegar la lámina de butilo.
Asegurarse de que no queden burbujas, presionando con un rodillo u otro utensilio. ¡No queremos burbujas molestas!
Si cubres toda la superficie con un trozo de 40x40 cm es suficiente, pero en JCaudio me recomendaron cubrir todo, ¡así que eso hice!
Luego, pegué encima la segunda capa, que es un producto insonorizante hecho de telas recicladas. Es ecológico y teóricamente no necesitas una mascarilla para manipularlo, pero ¡cuidado con las pelusillas que podrían hacerte estornudar! Esta segunda capa también es adhesiva y tiene alrededor de 1 cm de grosor.
Coloqué estas dos capas en el techo y el suelo. Para las puertas, después de las dos primeras capas, terminé rellenando con un panel ecológico acústico más barato que compré en Leroy Merlin. Eso me costó alrededor de 40 euros.
Después de todo este proceso, puedo decir que las vibraciones y el ruido han disminuido en un 80 o 90 por ciento. ¡Y eso es todo! Ahora, mi furgoneta es un lugar mucho más tranquilo y cómodo para viajar.
Si tienen alguna pregunta o necesitan más detalles, no duden en ponerse en contacto conmigo. Estoy aquí para ayudar en lo que pueda. ¡Buena suerte con su proyecto de insonorización!
